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Reflexiones, consejos y emociones que a diario nos asaltan en este trabajo que supone dirigir un centro docente / Thoughts, advice and emotions that occur to us as we work every day to achieve academic excellence at our school.

Month: November 2012

Silvia Sanchis, psicóloga de primaria de Caxton College, nos explica cómo debemos tratar a nuestro hijo si es superdotado

Si tu hijo tiene un nivel intelectual muy superior a la media, un alto grado de dedicación a las tareas, es muy creativo, curioso y tiene una amplia gama de intereses, existen razones para pensar en una sobredotación. Pero, ¿es fácil educar a estos niños de una forma integral y equilibrada?

El papel de los padres en el desarrollo de las potencialidades de un niño con altas capacidades es fundamental. Como padres, debemos ejercer nuestra responsabilidad parental pero, es normal que dadas las características de la superdotación, surjan dudas acerca de cómo actuar.

Los padres deben ejercer su papel educador y socializador sin inseguridad, incluso cuando los niños les superen en determinadas aptitudes. Las normas, pautas y límites deben ser adecuados a su edad y debemos velar por su cumplimiento.

Los padres deben favorecer la educación integral del niño potenciando el desarrollo de todas sus facetas y no sólo la intelectual. Existe cierta tendencia a pensar que una capacidad intelectual superior conlleva un desarrollo similar en otros ámbitos siendo a menudo más descuidados los aspectos afectivo, emocional y social. Debemos aceptarle como es, demostrarle afecto, reconocer sus logros, eliminar cualquier tratamiento especial, favorecer las relaciones con iguales, fomentar su autonomía, la resolución de problemas, etc. Hay que recordar que no debemos exigirle que sea igualmente bueno en todo.

Pondremos especial hincapié en su socialización. En ocasiones estos niños pueden generar cierto sentido de superioridad que puede desembocar en individualismo. Por ello, es necesario trabajar aspectos tan básicos como el respeto hacia los demás, la responsabilidad, la tolerancia, las habilidades sociales y la aceptación de iguales.

Por último, estimularemos sus capacidades teniendo en cuenta:

– Los aspectos en los que destaca y aquellos otros en los que presenta capacidades similares a los demás niños de su edad. Es necesario mostrar comprensión y aceptación cuando no destaca en algo.

– Fomentaremos el hábito de la constancia y la perseverancia ante las dificultades, pues no están muy habituados a encontrarse con ellas.

–  Deberemos darle oportunidades de enriquecimiento cultural, actividades extraescolares como música, idiomas, informática o arte, y tener mucha paciencia y creatividad ante sus continuas preguntas y viva curiosidad.

Tengamos presente en todo momento que ellos tienen la inteligencia pero nosotros, además, tenemos la experiencia.

Cristina Pérez, psicóloga de secundaria de Caxton College, nos cuenta cuáles son los errores básicos en la educación de nuestros hijos adolescentes

Tener autoridad, es básico para la educación de nuestros hijos. Debemos marcar límites y objetivos claros que le permitan diferenciar lo que hace bien de lo que hace mal. ¿Cuáles son los errores más frecuentes?

– La permisividad. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. Los niños necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.

Ceder después de decir no. Nunca se puede negociar el no.

El autoritarismo. Es intentar que el niño/a haga todo lo que el padre quiere anulándole su personalidad.

Falta de coherencia. Las reacciones del padre/madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos.

– Gritar. Perder los estribos. Supone un abuso de la fuerza que conlleva una humillación y un deterioro de la autoestima para el niño.

No cumplir las promesas ni las amenazas, además éstas deber ser realistas

– No negociar. Es un camino ideal para que en la adolescencia se rompan las relaciones entre los padres y los hijos. Debe haber diálogo para que haya acuerdo.

No escuchar. Muchos padres se quejan de que sus hijos no los escuchan. Y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos.

Exigir éxitos inmediatos. Todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondientes errores.

Caxton College British School