Silvia Sanchis, Departamento Psicopedagógico de Primaria 

En estos días de confinamiento la tarea como padres se ha complicado de una manera notable al tener que compatibilizar el teletrabajo con el apoyo que los hijos necesitan para estudiar desde casa y, en algunos casos, carecer de autonomía suficiente como para acceder a las sesiones de estudio, abrir aplicaciones, ponerse a trabajar, mantener la atención, resolver dudas y un largo sinfín de otras peticiones de ayuda.

Desde el colegio queremos ofrecer algunas pautas para conseguir que esa demanda de atención se vaya rebajando, convirtiéndose en una autonomía razonable, dado que estamos hablando de niños de infantil y primaria. El objetivo es claro: lograr la suficiente autonomía en ellos para que solo nos pidan ayuda cuando sea estrictamente necesario. Se trata de conseguir una nueva rutina de trabajo, y ya sabemos que para establecer hábitos y que estos se conviertan en rutinas, lo que hay que hacer es organizarse y practicarlo, cuanto más mejor.

En niños muy pequeños, de cinco a siete años, las ayudas visuales son cruciales para que comprendan aquello que queremos enseñarles, además les sirve de estímulo para realizarlo. Con aquellos niños más mayores bastará con un simple listado de pasos como el que ofrecemos a continuación.

¿Cómo logramos la autonomía? Obligándonos a tener estos pasos delante, a la vista, para guiar nuestras acciones hasta que conseguimos su ejecución de manera automática. En psicología se les denomina autoinstrucciones, es una técnica mediante la cual nos damos un conjunto de órdenes o instrucciones para la regulación autónoma de la propia conducta.

Utilizamos nuestro lenguaje interno para ejecutar y monitorizar una tarea compleja y novedosa. Primero desgranamos nuestro objetivo en pasos y los verbalizamos en voz alta a medida que los vamos realizando. Luego cada vez con una voz más baja hasta que no sea necesaria esa verbalización y nos demos las instrucciones de manera interna.

¿El secreto del éxito? Como en todo, la práctica y la perseverancia. Pensemos que todo este esfuerzo realizado ahora se convertirá en un comportamiento autónomo que le servirá para siempre. Si el niño cuenta ya con cierta autonomía, los siete pasos que ofrezco a continuación serán suficientes. Si es muy pequeño y carece de autonomía, lógicamente necesitará más ayuda para alcanzarla. Para ellos va dirigido el segundo conjunto de pasos y un documento adjunto donde, de modo más visual he detallado los pasos más importantes.

Os animo a practicar esta estrategia que sin duda generará satisfacción y ayudará a los hijos a sentirse más competentes y orgullosos de sí mismos.


Silvia Sanchis, Primary Psychopedagogy Department

During these days of confinement, your task as parents has become particularly challenging, having to combine your own work from home with supporting your children’s study, as they many times lack autonomy to access their work sessions, open applications, get to work, stay focused… not to mention, being there to answer their questions and help them in a myriad of different ways.

We deeply value your dedication and we would like to share with you some guidelines to help transform this demand for attention in reasonable autonomy, without forgetting we are talking about children in Infant and Primary school. The aim should be to help them develop enough autonomy so that they only ask for help when it is strictly necessary.  It is about adopting a new work routine. We know that to form habits and to turn them into routines, we have to be organized and constant, the more we do it, the better.

When it comes to very young children, 5 to 7 year-olds, visual aids are crucial for them to understand what we are trying to teach them, and they also serve as a stimulus. With older children, a simple list of steps like the one below should work.

How do we achieve autonomy? We commit ourselves to having these steps at hand, in sight, to guide our actions until we are able to carry them out automatically. In Psychology, these are called self-statements; a technique by which we give ourselves a set of orders or instructions to self-regulate our behavior.

We talk ourselves through a complex and novel task. First, we break down our goal into steps and verbalize them as we go along. We repeat the steps, each time with a lower voice, until verbalization is no longer necessary and self-instruction is performed internally.

The secret of success? Practice and perseverance.  All the effort made now will eventually translate into an autonomy that will accompany them forever.  If your child already has some autonomy, the seven steps I offer below will suffice. If your child is very young and lacks autonomy, they will reasonably need more help. For them are the second set of steps and the document attached, which details the main steps in a more visual way.

I encourage you to practice this strategy, which will undoubtedly give you a sense of gratification, and will help your children feel more competent and proud of themselves.