Se acerca Halloween y los niños están entusiasmados y excitados con la idea de disfrazarse y pasarlo bien pero, ¿están todos ilusionados o algunos están atemorizados? 
En general los niños han aprendido a disfrutar de esta fiesta y entender esa doble emoción entre la inquietud  y la diversión. 
Halloween, es sin duda una buena oportunidad para aprender a “reírse del miedo”. Sin embargo, hay niños que no consiguen disfrutar de aquello que a los demás nos divierte y, si se trata de niños más mayores, esto puede despertar además del temor, cierto sentimiento de inadecuación o infravaloración.
El miedo es una condición natural que nos ayuda a sobrellevar nuevas experiencias y a protegernos del peligro. Casi todos  los niños tienen, en un momento determinado miedo a alguna cosa. Si su hijo no lo pasa bien en Halloween o tiene cualquier otro miedo, aquí van algunos consejos: 
– No menosprecie sus miedos. Aunque le parezcan tontos o irracionales, para su hijo son reales y muy serios. Procure no reírse, ni  disminuir lo que él siente.
– Ofrézcale un “talismán”. A veces un objeto puede transmitir seguridad.
– Explique  y explore. Si los disfraces de Halloween le aterrorizan puede leerle cuentos de brujas buenas y fantasmas amables.
– Intente encontrar juntos una solución. Probando diferentes estrategias descubrirán cuales son los que le funcionan.
– Controle sus propios miedos. Puede confesarle que a usted hay cosas que le dan miedo pero que sin embargo las hace. Así le ayudará a saber que no es el único que tiene miedo y como usted, aprenderá a superarlo.
Enseñarles a vencer el miedo natural es la mejor forma de enseñarles a navegar por la vida y hacerles más fuertes y seguros.